Una cita aquella organizada por la asociación de Reggio Calabria tendiente a hacer memoria histórica, por lo tanto cultura.

El presidente de la asociación de Reggio Calabria, Gianni Aiello ha empezado diciendo que “ también la batalla de Figurella y el paso de Carlos V, representan importantes y preciosos documentos aptos para reconstruir nuestra historia.
Los preciosos bajorrelieves custodiados en el municipio de Seminara representan una importante fuente de nuestro pasado, de la cual extraer
diversas informaciones y forma parte de aquello que técnicamente se conoce como fuentes mudas, que junto a aquellas escritas representan la
memoria colectiva, que forman una serie de archivos no en papel”.
El ponente ha pasado a una rápida descripción de los bajorrelieves, custodiados cerca del ayuntamiento de la ciudad de la Piana: estos estaban situados , antes del terremoto del 5 de febrero de 1783, en una pequeña plaza llamada como Piano dello Spirito (próxima a la Iglesia del Espíritu Santo ) cerca de la puerta septentrional de la ciudad.
Tales bajorrelieves que vamos a describir, embellecían la base de un monumento sobre el que se apoyaba la estatua de Carlos Spinelli, primer
Duque de Seminara: la caballería española, conducida por el soberano Fernando II y del Gran Capitán Consalvo, se enfrento al ejército francés,
acampado en la ciudad de Seminara, estamos alrededor de la mitad del mes de Junio de 1495.
La batalla ocurrida en las cercanías del Puente Viejo situado sobre el río Petrace, representa el ejército francés, conducido por el Mariscal Everardo D’Aubigny, de origen escocés y el ejército ibérico a las órdenes de Fernando II , y el Mariscal Everardo D’ Aubigny, después de la batalla del Petrace, se rinde al ejército.
Después de la visión de los bajorrelieves, se visionaron dos cortometrajes realizados por Gianni Aiello tales “ Terzio Novembris Die Mercurio” una serie de actualizaciones de la lengua latina y un trailer sacado de....
Después del visionado de estas dos películas, se pasó a la ponencia de Gianni Aiello que ha tenido como objeto los motivos de la entrada del soberano en la ciudad de Reggio.
En efecto, en 1535, el almirante genovés Andrea Doria, al servicio de Carlos V , condujo una expedición , en África, constituida por 64 galeras y 300 navíos de transporte, con cerca 30.000 hombres embarcados , derrotando la armada turca en Túnez y liberando cerca de 20.000 esclavos cristianos. El asedio de Túnez duró tres semanas y en tal operación , se distinguió por valor y coraje Giovanni Calabrese, de Seminara.
“ La búsqueda – dice el ponente- parte de los preciados bajorrelieves custodiados en el municipio de Seminara, y de su inscripción marmórea podemos hipotizar que Carlos V partió de Messina seguido por un numeroso ejército , en la ciudad de Seminara la tarde del miércoles 3 de noviembre” .

El desembarco ocurrió en la madrugada del 2 de noviembre a Catona donde, junto a su ejército, Carlos V fue acogido por los alcaldes de Reggio
Antonello Musolino, Ludovico Lo Domino y Giovanni Pietro Grazzanita junto a nobles regginos.
A acogerlo bajo los muros de Reggio estaban 21 elegidos (siete nobles, siete honorables y siete pobladores) junto al Capitán de Armas Pablo Ruffo, conde de Sinopoli, el castellano, el gobernador de la ciudad y todos los magistrados.
Dentro de los muros estaban esperándolo los representantes del clero latino con sus relativas órdenes religiosas, aquellos del rito griego de la católica con el Protopápa Alfonso Spano.
Después de una rápida visita, Carlos V quiso ir a visitar los sitios fortificados, encontrándolos desguarnecidos ordenó que fueran
reforzados.
Después de estas breves visitas se dirigió a Catona desde donde prosiguió hacia Fiumara de Muro, donde fue acogido por el alcalde Melissari. En aquél municipio visitó el castillo de San Severino de Terranova, después
sucesivamente pasado al conde Paolo Ruffo de Sinopoli, el monasterio de los Capuchinos.
El día siguiente 3 de noviembre de 1535 se dirigió hacia Seminara, donde llegó la tarde del mismo día.
El profesor Giuseppe Caridi trató el tema “ La Calabria en los tiempos de Carlos V “ dibujando, antes de entrar en lo específico, algunos de los
aspectos de la vida del emperador Hasburbo.

Carlos de Hasburgo nació en la ciudad flamenca de Gand, en Flandes, el 24 de febrero de 1500, de Felipe de Hasburgo el Hermoso , archiduque de Austria y señor de los Países Bajos, y de Juana de Castilla la Loca.
A la muerte de su padre, en 1506, heredó los territorios de la Borgoña y de Flandes; a la muerte de Fernando el Católico, en 1516, Carlos fue proclamado Rey de Castilla y Aragón, de Nápoles y de Sicilia y Cerdeña.
A la muerte de su abuelo paterno, el emperador Maximiliano I de Hasburgo, en 1519, unió a sus propios dominios los territorios austriacos de los Hasburgo, sobre los que tomo posesión como gobernador el hermano menor, el futuro emperador Fernando I, y el 28 de Junio de 1519 fue elegidoEmperador del Sacro Imperio Romano con el nombre
de Carlos V.
Formaban parte del territorio del Reino de Nápoles, Sicilia y toda la península meridional , en lo que atañe a la franja adriática el Abruzzo y la tirrénica la Campania.
Estaba estructurada sobre doce provincias y nuestra región estaba subdividida en aquella Citra, la actual provincia de Cosenza y aquella Ultra, constituida por las actuales Reggio, Vibo Valentia, Crotone y Catanzaro.
Las dos provincias calabresas estaban administradas por Cosenza, cuyo máximo exponente era el Decano , un noble con competencia jurídica y de orden pública, apoyado por otra figura jurídica, aquella de los Auditores, mientras por la parte fiscal se acogía a aquella de los Preceptores.
Las provincias a su vez se subdividían en Universidades correspondientes a las Señorías, las entidades municipales del área septentrional de la península italiana.
Eran administradas por os alcaldes, uno en representación de los nobles y uno del pueblo, ambos apoyados por los elegidos, equivalentes a los actuales asesores.

La actividad económica de la Reggio Calabria se basaba principalmente en la producción de la seda que venia en gran parte exportada en bruto y para esto se usaba el puerto de Messina, en cuanto al Reggio podía actuar allí en cuanto al trabajo de producción, pero no aquél de la elaboración, solo Catanzaro, para todo el reino, además de la capital Nápoles, tenía este privilegio, obtenido tal privilegio en 1519.
Para remediar esto, La Universidad de Reggio a principios del 600 había presentado una solicitud apta para la instalación de telares para la elaboración de la seda, pero el Consejo Colateral del Reino, expresó una opinión negativa.

La elección de tal respuesta negativa estaba atribuida por el hecho que conceder un segundo privilegio, habría perjudicado la economía Napolitana y que la proximidad del puerto de Messina hubiera contribuido al crecimiento del contrabando, pero tal vez los motivos eran otros, no solo económicos, si no sobretodo políticos.
Tal elección, pero contrastaba netamente con la realidad de los hechos que indicaban que el 80% de la seda exportada por el Reino de Nápoles era producida en la región calabresa y que el territorio reggino asumía un estatus de vanguardia en la producción de la misma.
El desdoblamiento de algunas Audiencias ocurrida en el 500 y verificadas en el meridiano fue causa de una fuerte expansión demográfica.
Tal operación administrativa interesó aquella de Cosenza: Reggio venció la competencia de Catanzaro y Seminara, pagando la suma de 25.000
ducados en 1584 obtiene la sede de la nueva Audiencia de la Calabria Ultra.
La ciudad de la Piana era un próspero centro gracias a su importancia estratégica, pero esto non fue suficiente para obtener la importante sede administrativa.
El 8 de septiembre de 1594, Reggio sufrió una pesada ola de saqueo por parte de los turcos, guiados por el renegado mesinés Cicala, que puso
a hierro y fuego la ciudad.
Esto fue causa de la transferencia de la Reggia Audiencia a Seminara y sucesivamente a Catanzaro que ofreciendo 28.000 ducados obtuvo la definitiva transferencia y no sirvió de nada la oferta de Reggio efectuada en 1640, cuando ofrecía la suma de cerca 30.000 ducados para la restitución de la sede provincial de la Audiencia: ahora los juegos estaban hechos y tal tentativa fue en vano, también en virtud de algunas maniobras políticas dirigidas a la ciudad de Reggio, extrañamente estas
operaciones, se repitieron cíclicamente.
De las conclusiones del docente universitario Giuseppe Caridi se evidencia que la presencia española no fue del todo negativa para el territorio.
El doctor Santo Gioffrè ha relacionado en “ La batalla de la Figurella” que justo en el día de la manifestación, organizada por la asociación reggina se celebra el quinto centenario de aquello que las crónicas del tiempo recuerdan como “horrible y sanguinaria batalla” entre el ejército francés y aquel español.

El antecedente de esta importante batalla sucedió el 21 de junio de 1495, siempre en los mismos lugares, cuando el ejército francés a las órdenes del Mariscal de Francia es escocés Everardo d’Aubigny, se enfrentó con los ejércitos español y napolitano, a las ordenes del Gran Capitán Consalvo de Córdoba y de Fernando II de Aragón, rey de Nápoles.
Tal guerra empezó porqué Carlos VIII de Anjou rey de Francia, empujado por Ludovico el Moro, seños de Milán, invadió el Reino de Nápoles para reivindicar el propio derecho dinástico.
La ciudad de Seminara, provista de potentes muros de fortificación se había convertido en aquella época , en la más importante plaza fuerte de los Anjou de la Calabria Ultra I.
En aquella batalla, por causa de graves errores tácticos de los españoles, el ejército Francés, dispuesto en la clásica formación de cuadrado que suministraba la fuerza de choque y teniendo en la caballería la fuerza punta, derrotó a los adversarios.

En aquella batalla, murieron millares de soldados, incluidos numerosos veteranos españoles que el 2 de enero de 1492 habían tomado Granada completando así, la Reconquista.
Después de la batalla, diversas escaramuzas tuvieron empeñados los dos ejércitos.
Mientras tanto , una liga militar, encabezada por el Papa, se organizó contra Carlos VIII el cual, para no permanecer detenido y lejano de sus propias bases de abastecimiento, volvió a Francia donde contagiado por la viruela murió.

La partida de Carlos VIII de Italia devolvió al reino de Nápoles bajo el control de Fernando II de Aragón.
El 5 de octubre de 1496 Fernando II murió: Le sucedió en el trono de Nápoles su tío Federico II no bien visto por el Rey de España, Fernando
el Católico.
Este urdió una trama con el nuevo Rey de Francia, Luis XII y lo indujo a ocupar Nápoles y a repartirse el Reino Partenopeo.
Federico II, más que aceptar la batalla, se puso de acuerdo con los franceses, recibiendo a cambio un condado en Francia donde se traslado
para morir.
En el momento de r epartirse los territorios , pero entre franceses y españoles se llegó a la enésima guerra.
“La batalla principal- prosigue en su interesante ponencia Santo Gioffè – que determinó varios y duraderos sucesos, se libró en las cercanías de Seminara justo hace 500 años en la localidad de San Leo – San Giovanni di
Laura.”
El ejército francés a las órdenes del mariscal D’Aubigny, partió de Bovalino (Motta Bufalina), sobre el reggio Jónico, cruzó los montes y se dirigió a Polistena con la infantería y a Rosarno con la caballería.

Los franceses podían contar con sus 1.500 suizos y 500 arqueros gascones, 450 caballeros con armadura pesada entre escoceses y franceses, mas 600 caballeros franceses con armadura ligera y
3000 infantes calabreses.
Los españoles, a las órdenes de Hugo de Cardona, y de los hermanos Andreada, tenían 300 caballeros armados pesadamente y 500 caballeros
con armaduras ligeras. La infantería estaba compuesta por 5000 hombres.
Pero lo que desbarató más los escenarios de la batalla fue la aparición , por primera vez en acciones de guerra en Italia Meridional, de piezas de artillería pesada: 9 cañones tenían los franceses y 15 los españoles.
La mañana del 10 de abril de 1503 los españoles que salieron de la ciudad de Seminara, ocuparon la colina de San Giovanni di Laura.
Las tropas francesas, provenientes del Norte, vadearon el Metauro, el actual Petrace, y se situaron sobre al orilla izquierda.
El Petrace, en aquél tiempo, era una gran río navegable, con un caudal de cerca 13,50 metros cúbicos de agua al segundo.
La batalla inició con intensos cañonazos por ambas partes. Para algunos soldados que no habían visto nunca en acción, fue como asistir al final del mundo.
Los franceses se desplegaron en 3 líneas en forma de cuña. La caballería pesada, a las órdenes de D’Aubigny, tenía funciones de punto de derribo, la caballería ligera de refuerzo, y en tercera fila, estaba la infantería con los suizos y los calabreses. D’Aubigny intentó derribar el centro, dispersando la caballería adversaria y después atacando, contemporáneamente , la infantería española actuando de frente con los suizos y con los calabreses al lado.
Tal táctica , pero, necesitaba una disciplina absoluta y enlaces de mando rapidísimos.
El ejército español, al contrario, se dispuso en dos formaciones. En la primera formación, muy débil, estaba Hugo de Cardona con 200 caballeros ligeros y 1000 infantes, detrás todas las fuerzas al mando de Don Fernando de Andreada.
Atacaron las tropas escocesas que en pocos minutos llevaron al desorden entre la caballería ligera de Don Hugo de Cardona, pero en lugare de seguir hacia el centro y atacar las tropas pesadas de Andreada, se dirigieron hacia la infantería calabresa que eran partidarios de los Españoles , dando así el impulso al capitán español de asaltarlos, con la propia caballería.

Así el ejército francés perdió la batalla!
La caballería escocesa, tomada entre dos fuegos, fue descabalgada y destruida y la misma suerte , tocó a la caballería ligera.
Permanecía intacta la infantería del ejército francés, sobretodo los suizos dispuestos en forma de cuadrado.
Estos, no protegidos más por la caballería y siendo blanco de continuos tiros de artillería, se disgregaron completamente después de repetidas e impetuosas cargas de la caballería española.
Permaneció en el campo de batalla un escuadrón dispuesto en forma de bandera con 500 hombres, engrosados por los supervivientes de la Caballería.
Todos los franceses combatieron, hasta el final, con un coraje temerario, pero en vano. Todos fueron despiadadamente asesinados.
La batalla, verdadera y propia de exterminio, había terminado.
El Mariscal D’Aubigny se libró de la masacre con una decena de caballeros sobrevivientes y se refugió cerca de la roca de Angitola, donde, asediado se rindió.
El ejército Francés, en Calabria, no existió más , como dejó de existir cualquier forma de presencia de los Anjou en la Italia Meridional.
También el Reino de Nápoles , que se convirtió , desde entonces en adelante con Consalvo de Cordoba, en vicereino de España , dejó de vivir.

ShinyStat
10 de abril de 2003
Chiesa S.Antonio,Seminara, stemma imperiale di Carlo V.
particolare bassorilievo, Comune di Seminara